Como muchos ya sabréis, el acroyoga se origina en la práctica del yoga. Se podría decir que es una rama nacida del yoga, una rama joven y fuerte, una práctica de yoga moderno. No obstante, no podemos decir que este arte es únicamente yoga; y es que estamos ante la unión de tres pilares de la misma importancia cada uno: las acrobacias, el yoga y el masaje tailandés.
Las primeras nociones que se tienen del acroyoga, datan allá por 1938 y destacan un nombre, el de Krishnamacharya. Un maestro de yoga pionero que fusionó varias artes e inspiró el Aerial Yoga. Pero no fue hasta 1999 cuando los profesores canadienses Jessica Goldberg y Eugene Poku, popularizaron el término Acroyoga, gracias a su creación de Acroyoga Montreal, donde fusionan el baile, contact, yoga y acrobacias pero siempre desde el prisma de la danza.
En 2003 Jenny Sauer-Klein y Jason Nemer retomaron la práctica de lo que hoy en día conocemos como la escuela de Acroyoga International, uniendo las acrobacias, el yoga y el masaje tailandés.
Los tres pilares del acroyoga
Para entender el Acroyoga es importante conocer lo más destacable de cada pilar.
Acrobacias: Una de las actividades deportivas que más implicación tiene. Se trabajan el equilibrio, la agilidad y la concentración.
Yoga: Una disciplina que une la mente, respiración y el cuerpo. Para ello dentro de esta práctica encontramos tanto ejercicios físicos y de respiración, como ejercicios de meditación, todo ello con un mismo fin, mejorar la salud.
Masaje Tailandés: Posiblemente el menos conocido de los tres pilares. Se centra en aliviar el cuerpo y el alma, usando técnicas de estiramientos y relajación uniéndolas con movimientos de yoga pasivos. Esta técnica está considerada una forma de meditación para la persona que lo recibe y la que lo da.
Acrobacias
Yoga
Masaje Tailandés
Ramas principales del acroyoga
Dentro del Acroyoga encontramos dos ramas en las que se basa toda la actividad, la lunar o terapéutica y la solar o acrobática:
Acroyoga Lunar o terapéutico: Esta rama se centra en lo terapéutico, incluye el llamado vuelo terapéutico y masaje tailandés. Principalmente se basa en trabajar la escucha, la compasión y el soltar o dejar ir. Nos ayudará a dejar de lado los miedos ya que debemos relajarnos por completo y dejarnos llevar por las manos y pies de nuestro compañero. Conseguiremos aliviar muchos dolores ya que se trabaja la relajación y los estiramientos usando a nuestro favor la gravedad que no se puede utilizar así en el propio masaje tailandés.
Acroyoga Solar o acrobático: Se centra en lo acrobático y ayuda en el desarrollo de la confianza, la fuerza, el empoderamiento y la diversión del acroyoga. Es la parte más dinámica y estética donde se “juega” con el compañero para tratar de conseguir secuencias o trucos determinados así como posturas imposibles para uno solo.
Yoga: Es la parte que permite trabajar la respiración, la conciencia y el equilibrio. Puede decirse que es la unión entre las prácticas solar y lunar. Estamos ante una filosofía de vida.
Cómo se practica el acroyoga
En un primer momento todo comienza con una práctica de yoga individual para calentar nuestro cuerpo y para relajar nuestra mente. Después se realiza en pareja otra serie de calentamientos y juegos para generar confianza en el grupo y de manera individual, para pasar ya a la parte del vuelo. Aquí se explica primeramente la secuencia y se divide en partes que se puedan practicar de manera segura y además se incorpora una tercera persona que se encargará de que la práctica se realice de forma correcta y sin accidentes (Cuidador o spotter). Para finalizar se suele termina con una secuencia de masaje tailandés y así relajar y aliviar cuerpo y mente.
Roles dentro del acroyoga
Base: como bien dice su nombre, esta persona es la base, la que enraíza con la tierra y se encarga de sujetar y ayudar al volador a lograr las secuencias o posturas deseadas. Puede estar de pie (standing acro) o en el suelo (L-basing). En acrobacias a esta figura se le llama “portor”.
Volador: la persona que juegue este rol será elevada, sujetada y soportada por la persona que haga de base, bien en los pies, manos o distintas partes del cuerpo. “Ágil” es como se denomina a esta persona en acrobacias.
Cuidador o spotter: por último, encontraremos al cuidador, la persona encargada de cuidar al volador y la base, manteniendo la situación de forma segura. Además, hace de “coach” ya que es un ojo externo que puede ver si todo se realiza de forma correcta.
Beneficios del yoga
Al ser una actividad que une varias ramas, el acroyoga nos trae a nuestras vidas un gran número de beneficios como:
El desarrollo de relaciones y comunicación más profundas con uno mismo y con otras personas.
Mejora en la coordinación y la respiración.
Ayuda a trabajar la atención y la conciencia.
Mejorar del trabajo en equipo y todo lo que ello conlleva, desde la relación de compañerismo, el cuidado y la amistad, hasta el apoyo mutuo.
Su lado terapéutico permite el proceso de sanación tanto mental como físico.
La práctica hace que las personas ganen en fuerza, habilidad y flexibilidad.
La diversión está asegurada en cada uno de los juegos y actividades que unen al grupo.
Mejora la personalidad gracias a la confianza en uno mismo y en otras personas. Tanto tu confianza en ellas como su confianza reforzada en ti.
Influencia positiva en el crecimiento y desarrollo de una persona tanto en el yoga como en la vida.
Estamos ante una disciplina que todo el mundo puede practicar sin límite de edad, un estilo de vida que crea comunidad, relación entre personas y compañerismo. El apoyo que se transmite unos a otros hace que se logren objetivos que solos no podríamos o no nos atreveríamos alcanzar. No es necesaria una condición física especifica para comenzar, por lo que está al alcance de todas y cada una de las personas que deseen comenzar a practicar el acroyoga.
Finalmente, añadir que no es necesario un lugar específico para su práctica, siempre y cuando se realice de forma segura. Para ello lo mejor es comenzar esta práctica en clases o con la compañía de un profesor certificado, de este modo aseguramos una práctica sin peligros y con mejora asegurada.
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