Postura sentada con las piernas cruzadas. Es un asana muy común para practicar meditación, para realizar ejercicios de respiración (pranayama) y también es ideal para empezar una clase de yoga.
Es una pose excelente para principiantes y para aquellos que tienen un cuerpo muy rígido.
BENEFICIOS:
Facilita la capacidad respiratoria por lo que es muy recomendable para los ejercicios de pranayama.
Fortalece y relaja la espalda y flexibiliza la cadera, los tobillos y las rodillas.
Aporta serenidad a la mente, por lo que es de gran ayuda para la concentración y la meditación.
CONTRAINDICACIONES:
Lesión grave en la rodilla. Si tienes lesiones en la rodilla es mejor que uses algún apoyo o silla para sentarte a meditar.
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